Ya se habrán dado cuenta de lo mucho que insisto sobre el tema de crear nosotras mismas nuestros productos/alimentos/cosméticos/objetos. Solo cuando has hecho algo tú misma puedes comprender la belleza, el orgullo, la felicidad y la tranquilidad que implica.
Hacer yo misma parte de lo que consumo me hace sentir libre: me hace menos dependiente de cualquier factor externo. Nos enseñan a comprar en vez de a aprender a hacer. Nos hacen creer que tenemos que ser súper hábiles con las manos y súper creativas para hacer algo nosotras mismas en vez de comprarlo. ¡FALSO! Yo también me creí ese cuento y también ya lo solté: me dejé inspirar, me atreví, me equivoqué, y me di cuenta de que yo también puedo hacer mis propias cosas.
El problema no es solo que no creemos que somos capaces, es también que terminamos formando parte de un círculo terrible de consumo en el que la más perjudicada es la naturaleza. Plástico, químicos, gases, aguas contaminadas... todo para satisfacer nuestro enfermo sistema de consumo.
Y, peor aún, terminamos llenándonos el cuerpo y la piel de estos químicos, creyendo que nos estamos haciendo un favor.
Contra todo esto, hasta ahora no he descubierto nada más efectivo que hacer mis productos yo misma. Así me siento libre e independiente, no contamino y además sé qué rayos es lo que me estoy poniendo en el cuerpo. No los hago todos a la vez, no aprendí todo el mismo día... es un camino que estoy todavía transitando pero que disfruto mucho.
Hoy hago mi propio desodorante en casa, mi cera depilatoria, cocino vegano, coso las cositas que necesite, uso aceites vegetales para nutrir mi piel y mi cabello, diluyo mi champú en agua y uso dentífricos naturales y con empaques biodegradables. ¡Y hace poco comencé con mi maquillaje!
Hoy quiero compartir con ustedes la receta que aprendí en un taller de cosmética natural que hice con Les Ateliers Soa en París, para que crees tu propio labial natural a partir de productos naturales, orgánicos y sanos.
(utiliza una balanza sensible para pesarlos)
Fase 1:
-Cera vegetal de Candelilla (puede ser también de abejas) 1,40g
-Manteca de karité (puede ser también manteca de cacao) 2,00g
-Aceite de jojoba (u otro que te guste) 1,50g
Fase 2
-Pigmentos naturales del color preferido (ocres, micas) 0.30g
Fase 3
-Vitamina E para conservar 2 gotas
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Recipiente
Puedes usar un porta labiales convencional o cualquier recipiente que desees. Toma en cuenta que la preparación quedará bastante dura (similar a un labial convencional) pero se derrite al friccionar con los dedos, gracias al calor corporal. Puedes también utilizar un molde de labiales para que quede tal cual como los labiales convencionales. Yo usé uno porque me lo dieron en el taller que hice, pero si lo hubiera hecho en casa seguramente hubiese usado un envase vacío de bálsamo labial de manteca de cacao.
Introduce todos los ingredientes de la Fase 1 en un recipiente que pueda resistir al calor y hazlos derretir en baño de María a fuego bajo. Mezcla bien.
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Agrega la Fase 2 manteniendo el recipiente en su baño de María y mezclando bien. Puedes sacarlo del fuego, tomar un poquito y probártelo en la mano o los labios con luz natural para ver si te gusta. Agrega y juega con los pigmentos hasta obtener el color que desees.
(Se va a endurecer muy muy rápido apenas lo saques del fuego, gracias al efecto de la cera. Toma un poquito, pruébatelo sin quemarte y mételo de nuevo al calor para que se vuelva a derretir y puedas volver a mezclar).
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Cuando ya obtengas tu color ideal, agrega la Fase 3. Vierte la mezcla bien líquida en el recipiente que escogiste (rápido porque se endurece en segundos) y déjala congelar durante 10 minutos.
¡Y listo! Tienes tu hermoso labial hecho por ti misma con productos naturales. Los labios se sienten súper bien después de usarlo, lubricados y felices.
Como no contiene conservantes químicos, tiene una duración de unos 6 a 9 meses. No dudes en meterlo en la nevera si hacen más de 30º C. Si el olor, textura o color cambian, no lo utilices.
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Espero que te animes a elaborar tu propio labial natural y que me cuentes cómo te fue.
Te abrazo, hermosa.
Silvia