¿Me crees si te digo que menstruar sin dolor es posible? ¿Y si te digo que los dolores menstruales fuertes no son normales? Menstruar es un proceso natural del cuerpo, y los procesos naturales no duelen. Si nos duele mucho menstruar, al nivel de hacernos retorcer del dolor, impedirnos hacer cualquier actividad por horas, hacernos llorar, vomitar, pasar horas en el baño, desmayarnos, querer morir, etc., es porque hay algo que está pasando dentro que no está bien y que tenemos que ir a atender. Como con cualquier otro dolor: si nos doliera ir al baño, hacer pipí, comer, respirar, sabríamos que hay algo que no está bien e iríamos a atenderlo. Pero, ¿por qué no hacemos lo mismo con el dolor menstrual? Porque hemos naturalizado el dolor y el sufrimiento de los procesos femeninos. Hemos crecido creyendo que menstruar es sinónimo de dolor y de horror, que es normal sufrir cuando se menstrúa y, lo más grave, que no hay nada que podamos hacer más allá de tomarnos una pastilla para el dolor, negando y cegando de nuevo la información que nuestro útero está tratando de decirnos.
Todo esto te lo digo con propiedad porque yo antes, y durante aaaños, sufrí de dolores que me hacían vomitar, que me hacían retorcerme, que me inmovilizaban, que me impedían completamente vivir, que me hacían tirarme en el piso de cualquier lugar en el que me encontrara. Recuerdo estar tirada en un banco de mi universidad en primer semestre rodeada de mis nuevos amigues preocupados, y yo diciéndoles que nada, que yo era así, que no se preocuparan. Nunca me gustó tomar pastillas, pero en el caso de los dolores menstruales me acostumbré a tomar una muy fuerte una vez al mes. Así fue por años.
Hasta que un día, algunas mujeres despiertas me despertaron, y me hicieron darme cuenta de que eso no era normal, y que era mi decisión y responsabilidad el seguir viviendo mi vida así. Entré en un enorme proceso de sanación: bellísimo, pero duro, doloroso, importante, profundo, revelador. En cuestión de pocos meses yo ya menstruaba sin dolor. Casi siempre hay molestia, hinchazón, cansacio: recordemos que es la capa interna del útero, el endometrio, que se desprende, se desgarra, claro que vamos a sentir que algo está pasando. Pero de ahí a retorcerse en la cama y llorar, hay una diferencia enorme.
Desde hace unos 7 años que ya casi nunca he tomado pastillas para el dolor, entiendo y reconozco cada ciclo y cada menstruación de forma individual, escuchando lo que hay detrás de cada sensación, síntoma, molestia, color, olor. Me doy cuenta de que son todos diferentes, porque nosotras mes a mes también somos diferentes.
Te cuento todo esto porque quiero que sepas que Menstruar sin dolor es posible, y ese es justamente el nombre de una clase gratuita que he preparado para ti con mucho amor: pues quiero que seamos cada vez más las mujeres que menstruemos sin dolor. Que vivamos sanas y felices sabiendo que no es necesario ni normal sufrir, y que tomemos las acciones y responsabilidades necesarias para sanar y vivir mejor. En esta clase te cuento cuál es el origen de nuestro dolor menstrual y te cuento algunas de las muchas cosas que a mí me han servido para reducir los dolores.
Para acceder a esta clase gratuita que ha ayudado a cientos de mujeres, solo debes registrarte aquí.
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Te mando un abrazo enorme, y gracias por estar aquí.
Silvia